Chips de nabos y buñuelos de sus hojas

Paso 1

Limpia y lava las hojas de un manojo de nabos, trocéalas con sus tallos y rehógalas en aceite con un diente de ajo bien picado, a fuego lento, hasta que se ablanden.

Paso 2

Vuelca las hojas en un bol y añade 2 cucharadas de harina de garbanzo, 1 cucharada de harina de rebozar (en este caso de la marca Gallo, con gluten añadido), un chorritín de vinagre, sal, pimienta y la leche de soja necesaria para obtener una masa blanda pero manejable, que no gotee.

Paso 3

Deja unos minutos en reposo, añade una cucharadita de levadura química y fríe por cucharadas en aceite no demasiado caliente para que los buñuelos se hagan bien por dentro.

Paso 4

Retira los buñuelos cuando empiecen a dorarse, no más porque amargan.

Paso 5

Chips Pela los nabos y córtalos en rebanadas de 1/2 cm.

Paso 6

Pásalos por harina de rebozar de modo que queden bien cubiertos. Déjalos unos minutos para que absorban bien la harina y sacúdelos en un escurridor para quitarles el exceso.

Paso 7

Fríe las rebanadas en aceite no demasiado caliente para que se sequen bien sin quemarse.

Paso 8

Escurre sobre papel absorbente, sala ligeramente y sirve enseguida.

Paso 9

Acompaña el plato con tomate fresco y, si tienes la misma suerte que yo, con un chatni de... ¡nabos!

Paso 10

TIP: El añadido de vinagre a las masas de freír hace que absorban menos aceite (truco de mi abuela Margarita, que, como buena francesa, hacía unos fritos insuperables).