Nuggets de garbanzos
2016-03-10- Cuisine: Española
- Course: Acompañamiento, Entrada, Fiestas y reuniones, Plato Principal
- Skill Level: Cocinar con niños, Principiante
- Prep Time : 0m
- Cook Time : 0m
- Ready In : 0m
Ingredientes
- 2 tazas de garbanzos cocidos.
- 1 taza de copos de avena.
- ¼ de cucharadita de pimienta blanca o negra molida.
- 1 cucharadita de ajo en polvo.
- ¼ de cucharadita de jengibre en polvo (opcional).
- 1 cucharadita de sal.
- 1 pizca de eneldo fresco o seco (opcional).
- 6 cucharadas de harina de garbanzos y pan rallado (para el empanado).
Procedimiento
- Chafa los garbanzos cocidos con un tenedor, no es necesario que estén hechos puré (si dejas algún tropezón queda bien). Añade el resto de ingredientes y amasa hasta que todo esté completamente integrado.
- Deja reposar la masa 1 hora al menos en la nevera.
- Estira una lámina de film de cocina y coloca la masa encima, vuelve a cubrir con otra lámina de film y con ayuda de un rodillo de cocina estirala hasta obtener una capa de 1 o 2 cm de grosor.
- Con un cuchillo, corta las porciones que formarán tus nuggets, aunque el formato puede ser el que más te guste, croquetas, bolas tipo albóndiga… incluso puedes hacer figuritas.
- Ahora viene el paso clave, si quieres que queden bien consistentes y no se deshagan al freír ni al congelarlos, tendrás que cocerlos al vapor 5 minutos. Puedes usar la vaporera clásica o si no tienes puedes encontrar vaporeras plegables que se adaptan a cualquier cacerola o bien, vaporeras de bambú que se colocan sobre la cacerola u olla que tengas.
- Coloca los nuggets en la vaporera, pon la tapa y cocina, desde que vuelva a hervir el agua, 5 minutos.
- Déjalos enfriar un poco y con una espátula sácalos a una bandeja hasta que enfríen completamente.
- Es hora de preparar el rebozado. Mezcla la harina de garbanzo con una pizca de sal y el agua necesaria para conseguir una mezcla homogénea un poco más espesa que el huevo batido.
- Pasa cada nugget por harina de garbanzo (o trigo) sola, luego por la mezcla de harina y agua y por último por el pan rallado.
- Fríe en abundante aceite hasta que se doren por los dos lados. Y deja escurrir sobre papel absorbente.
- Si ves que has hecho mucha cantidad y no los vas a consumir todos de golpe, puedes congelarlos una vez empanados pero antes de freír. A la hora de tomarlos, podrás echarlos directamente sin descongelar al aceite, cuidado que salpicarán.
Fuente: Nutrición esencial