Pizza vegetal con base de harina de garbanzo

Paso 1

Hacer una mezcla con la harina de garbanzo, un poco de sal y agua. Hay que batirlo todo muy bien y que no nos quede ningún grumo en la masa. La cantidad de agua que hay que añadirle es hasta que veamos que tiene la misma consistencia de un yogur líquido.

Paso 2

Mientras estemos batiendo bien la masa ponemos a calentar a fuego medio una sartén anti adherente con muy poquito aceite. Con la masa ya mezclada la volcamos sobre la sartén y dejamos que se vaya haciendo a fuego medio. Pasados unos minutos le damos la vuelta con ayuda de una rasera y dejamos que se haga también por el otro lado. Para que os hagáis una idea se tiene que quedar de hecha como una tortilla, mas o menos igual y también se tiene que quedar finita la base para que después se quede crujiente.

Paso 3

Cuando esté hecha la base la apartamos del fuego.

Paso 4

En el caso de que le pongáis rodajas de tomate intentad quitarle el agua que tiene, escurrirlas un poco y secarlas con papel de cocina para que no nos empape la base y se nos quede a medio cocinar.

Paso 5

Cortamos también en rodajas finitas el pimiento verde, el rojo y la cebollita.

Paso 6

Hay que sacar la base y ponerla sobre una bandeja de rejilla de horno y ahí puesta le vamos añadiendo las verduras cortadas y le ponemos por encima el queso rallado. Para la versión vegana se le puede espolvorear la levadura de cerveza por encima o se le pueden añadir tiritas finas de tofu. Cuando la tengamos ya lista la metemos en el horno y dejamos que se termine de hacer a 180º y durante unos 10 min más o menos. El resultado sería una pizza pequeña con una base fina y crujiente.